El 26 de septiembre se conmemora el Día de los Empleados de Comercio.
Como tantos otros Días, una historia detrás. Historia de hombres con pasión, con sentido solidario. Historia de hombres íntegros que pusieron sus vidas al servicio de causas nobles y justas. Causas inherentes a la dignidad humana.
Es bueno aprovechar esta fecha para reflexionar sobre nuestra historia y sus innumerables enseñanzas.
Es mejor saber de dónde venimos para vislumbrar más claramente hacia dónde vamos.
El 26 de setiembre es un símbolo de esas luchas y por eso lo recordamos y conmemoramos año tras año. Así quedó instituido en el Convenio Colectivo de Trabajo 130 de 1975 en su artículo 76° que transcribimos aparte.
Pero la fecha tiene su origen en la sanción de la Ley 11729, que se produjo el día 26 de setiembre de 1934, modificando los artículos 154 al 160 del Código de Comercio y estableciendo entre otras cuestiones el régimen de indemnizaciones por despido, las vacaciones anuales pagas, el aguinaldo e introduce la regulación por de accidentes de trabajo y la licencia a empleadas y obreras en estado de gravidez.
El Proyecto fue presentado por el diputado socialista Enrique Dickman, y sin dudas, constituye la síntesis de las conquistas más caras para los trabajadores mercantiles y en su tiempo, puso fin a interminables períodos de abusos y arbitrariedades laborales.
“El espíritu de los Mártires de Chicago, de las compañeras Textiles, quemadas vivas en una fábrica de Nueva York y de todos los que luchaban por el acortamiento de las jornadas de trabajo, impregnó la victoria parlamentaria del Pueblo, al obtenerse la sanción de la Ley 11729, que pasó a ser el basamento de toda la legislación laboral argentina, ya que no sólo regiría para los empleados de comercio, sino para beneficio de todo el movimiento obrero”, nos relata el compañero Manuel Guberman, Secretario de Turismo, Recreación y Deporte de la FAECYS.
Otras leyes (que enumeramos más abajo), son la expresión de décadas de luchas que vienen desde fines del siglo XIX y principios del XX, y que en sí marcan la historia viva de nuestro gremio y del movimiento obrero, sus marchas y contramarchas hasta llegar a nuestros días.
Han transcurrido más de 100 años desde la sanción de la Ley de Descanso Dominical en 1905, por lo que se torna fundamental que las jóvenes generaciones de mercantiles asuman el conocimiento de la historia, porque no siempre se trabajó los domingos o porque en nuestro país tuvo plena vigencia el cumplimiento de la Ley que establece la jornada de trabajo diario en 8 hs. y la semanal en 44.
Estudiar las causas de los retrocesos para así encontrar caminos de lucha que nos permitan alcanzar nuestros objetivos, ese es el desafío de la hora.
Fuente:
http://agecriocuarto.org