Este es un homenaje a todos los ferreteros, y a los momentos de felicidad que hacen sentir cada vez que, a través de su consejo certero, lograron resolver aquel dilema hogareño que tanto aquejaba. O encontrar aquel "cosito" que nunca jamás habíamos visto en nuestras vidas. En sus infinitos cajoncitos y estantes, el ferretero salvador "lo tiene todo".
Se dice que el ferretero es alguien ‘graduado de la Universidad de la Práctica Cotidiana’. Esto se confirma al verlo allí, erudito, detrás del mostrador, con su vocación de servicio y las manos listas para buscar aquello que necesitás, concentrado en tus palabras para descubrir de qué se trata. Y, como si esto fuera poco, dispuesto a compartir su sapiencia. El cliente emprenderá la retirada contento y satisfecho, sabiendo que siempre encontrará allí lo que anda buscando. Aunque quizá no tenga idea de qué se trate. ¿O acaso sabía, aquel día que llegó a la ferretería buscando "un coso para atar el hilo de la cortina de enrollar", que lo que en realidad necesitaba era una "cornamusa"?

Los propósitos de la Asociación fueron sumar los esfuerzos individuales de cada uno, tendientes a la defensa de los intereses comunes del sector; estrechar lazos con otros sectores comerciales y posicionar al comercio ferretero para atender con eficacia y calidad al amplio espectro consumidor.